domingo, 10 de abril de 2011

Movimiento Social Republicano, Derecho a réplica




Cada vez que el Movimiento Social Republicano organiza un acto, con el permiso legal correspondiente, sea éste cultural, político, sindical o en defensa de la naturaleza, salen siempre a la palestra una serie de individuos y organizaciones -la mayoría integradas por las mismas personas- que se dedican a difundir todo tipo de propaganda y comunicados; así como, a organizar ruedas de prensa y concentraciones contra ese acto en concreto y contra nuestra organización en general.

Son organizaciones que acostumbran a ir desde Izquierda Unida hasta grupos del entorno violento de la extrema izquierda, pasando por colectivos independentistas de variados colores y por ecologistas “sandia” –verdes por fuera pero rojos por dentro–. Los motivos, según ellos, para posicionarse así son siempre los mismos: nos acusan de “ultraderechistas”, “racistas”, “de engañar al pueblo”, “de estar al servicio del capital”, “de violentos”… Su objetivo, evidentemente, no es otro que el: “difama que algo queda.”
Vayamos por partes.

Conozco bastante bien a los militantes del MSR, no a todos, ello es difícil, y mucho más conocerlos fuera de sus actividades de partido. Todos conocemos que el PSOE, el PP, Izquierda Unida, ERC… han tenido en sus organizaciones a militantes que han sido acusados –y condenados– de robo, asesinato, pederastia, prevaricación, violencia de genero… a nadie en su sano juicio se le ocurre afirmar que esos partidos son “nido” y “germen” de todas esas actividades. Lo lógico es afirmar que estos deplorables actos son producto y culpa de la persona que los ejerce, que no son más que actos lamentables cometidos individualmente por esa persona y que nada tienen que ver con el partido político en el que militan. No conozco a ningún militante del MSR que haya sido condenado por ninguno de estos delitos, aunque estoy seguro que si desgraciadamente se hubiera dado el caso, no tengo ninguna duda que por parte de esas “asociaciones acusadoras” seríamos culpabilizados injustamente todos los militantes por ello.

Que existan simpatizantes, o colaboradores, del MSR –hoy y en el pasado– que hayan prestado su Documento Nacional de Identidad para rellenar listas electorales de nuestro partido, no es en ningún caso motivo para culpabilizar al MSR de los que estas personas hayan podido hacer, o no, ilegalmente, en el pasado, en el presente o hagan en el futuro.

Decía que conocía, y conozco, bastante bien a muchos militantes del MSR, y veo entre ellos a trabajadores del metal, de artes gráficas, del comercio, de la construcción, de la hostelería, mecánicos…; veo a jóvenes y adultos en paro; a estudiantes de derecho, económicas, arte, idiomas…; veo a mujeres que trabajan en una cadena de montaje, que se sienten orgullosas y solidarias de su condición de mujer, pero que rechazan la artificialidad de la ley de paridad; veo a familias con sus hijos que se las ven y desean para llegar a fin de mes; a hombres que se han hecho cargo de sus hijos porque su pareja se desentendió de ellos, y a mujeres en esa misma situación pero al revés. Veo a autónomos que luchan día a día para mantener su modesta pequeña empresa, veo a personas que hacen un sin fin de horas extras sin cobrar para poder llevar dinero a casa manteniendo su puesto de trabajo… No veo ni a capitalistas ni a explotadores de obreros; no veo discriminación alguna hacia la mujer; no veo servilismo hacia el Capital, veo entrega, solidaridad, lucha, rebeldía y compromiso. Veo a gente del pueblo, de mi pueblo.

Comparto militancia con personas que aman la montaña y a los animales, personas que siempre que puedan salen a escalar montañas, a hacer senderismo, a colaborar con protectoras de animales; con personas que de verdad están con los trabajadores, porque son trabajadores como ellos y sufren igual que ellos; personas que están siempre apoyando las luchas justas, sean vecinales o locales; personas que condenan las agresiones imperialistas, que luchan por la identidad de los pueblos, por los derechos de las mujeres, de los ancianos y de los niños. Personas que se agrupan entorno a un programa de cambio, de transformación; un programa de ideas y alternativas tan lícitas como otras. No veo, por ningún sitio traiciones, engaños o palabrería vacía.

En todos los actos que he estado del MSR, y han sido muchos, nunca he visto ninguna provocación, ni ningún acto violento por parte de los militantes del MSR; sí he visto –y soportado– insultos, amenazas e intentos de agresión por miembros convocados por esas “asociaciones acusadoras”. Siempre se nos presentan en cada acto, ilegalmente, el coro de “acusadores” con la intención de provocarnos y de agredirnos. Amenazas en los locales donde íbamos a celebrar los actos, roturas de cristales en hoteles y algún pequeño explosivo han sido las tarjetas de visita de “incontrolados” partidarios de las “asociaciones acusadoras”.

Comparto militancia con gente sencilla, humilde, llena de corazón y voluntad. Militantes que ven como son acusados del mil cuentos –falsamente– por estar afiliados al MSR. Militantes que en muchos casos tienen que esconder su militancia para no perder su puesto de trabajo o para no perjudicar al comercio de sus padres o el suyo propio. Militantes que no pueden exponer tranquilamente su militancia para evitar problemas con los “voceros de la intolerancia de las asociaciones acusadoras”. Simpatizantes que no acuden a nuestros actos para no ser “fotografiados”, señalados e insultados en nombre de la “tolerancia” de las “asociaciones acusadoras”. Pero curiosamente, los violentos, los provocadores y los intolerantes, dicen, que somos nosotros, el MSR. Que gran mentira.

Hemos de “acatar” que los medios de comunicación ni nos entrevisten ni escuchen nuestras opiniones, y en cambio abran las puertas a quienes nos difaman. Hemos de “aceptar” que los medios de comunicación, en contra de su supuesta profesionalidad y de su propio código deontológico, den por ciertos aspectos del MSR o de sus militantes sin haber comprobado antes su exactitud o su veracidad. Vemos como se nos involucra con organizaciones o ideologías con las que nada tenemos que ver, o con los que solo, -como hace cualquier partido- ha firmado un determinado acuerdo puntual o a coincidido en una concentración o manifestación. Vemos como se nos acusa de “racistas”, cuando hemos condenado públicamente toda actitud xenófoba; que se nos califica de “nazis” cuando en nuestros textos, programas o medios de comunicación no hay ni una sola referencia a esta ideología política; se nos acusa de “sexistas” cuando nuestro partido siempre se ha opuesto a la discriminación a la mujer, y mujeres ocupan puestos de responsabilidad dentro del MSR; se nos a acusado de “homófonos” cuando en nuestro programa queda muy claro que, sin considerar como algo natural la homosexualidad ni aceptar “lobbys” rosas, respetamos la libre sexualidad de todas las personas sin exhibicionismos ni apologías. Se nos acusa de ir contra “las libertades”, cuando el MSR acata toda la legalidad vigente, aunque no comparta –como otras opciones políticas- aspectos de ella, y actúa, siempre, en función de la misma, defendiendo abiertamente el derecho a la libertad de expresión de todos los españoles y entendiendo que toda asociación tiene derecho a pronunciarse, siempre que no apoye y defienda abiertamente la violencia o una conducta tan reprobable y asquerosa como la pederastia.

Es fácil observar que en actos del PSOE se levanta el puño, igual que lo levantan los amigos de ETA, aunque no por ello sea cierto que todos los que levantan el puño sean etarras, esta claro que hay diferencias entre ellos, que no son lo mismo; igual que la hoz y el martillo, utilizada por los partidos comunistas, y en consecuencias vistas en actos de Izquierda Unida o en actos unitarios en los que participan tanto el PSOE, como IU, UGT y CCOO, es también utilizada por el PCE (r) brazo político de los GRAPO y de un sinfín de grupúsculos violentos de extrema izquierda acérrimos partidarios de la llamada “kale borroka”, o sencillamente, de la violencia urbana. ¿Podemos afirmar que quienes levantan el puño o utilizan la hoz y el martillo son todos unos terroristas? Creo que no, de la misma forma que se miente cuando se dice que la “céltica” es un emblema “nazi”. Eso solo lo afirman quienes desconocen, intencionadamente o no, ese símbolo. La “céltica” es un símbolo Nacional-Revolucionario, que hayan otras personas, asociaciones o tendencias que utilicen ese símbolo no implica, al igual que el puño en alto o la hoz y el martillo, que todos sean lo mismo. Aún así, lo voceros anti MSR no tardan ni cinco minutos en montar un popurrí/collage con la “céltica”, otros “célticos” y el MSR.

Dicen que no son ciertas nuestras propuestas ecologistas, laborales, sociales o de política exterior, que las hacemos con el único fin de engañar a gente sana, combativa, del pueblo. Es este el principal argumento de estos individuos, de estas “asociaciones acusadoras”. Seguramente lo que les molesta de verdad es que se nos acerque y se nos adhiera gente que ha preferido conocernos directamente sin escuchar únicamente las afirmaciones de esas “asociaciones acusadoras” o la “Wikipedia” –manipulada por ellos-. Estos militantes han hablado antes con nosotros, han estado en nuestros actos y han comprobado que somos sinceros, que no engañamos, que nuestras propuestas y nuestras manifestaciones son profundamente creídas y defendidas. Les molesta, a estos voceros, que personas procedentes de la izquierda, de la CNT, de los Verdes… o sin pasado político alguno se acerquen y se unan a la llama del MSR; les molesta y les enfurece, hasta destilar odio en sus palabras y en sus acciones contra nosotros. Es triste, pero ellos se mueven por odio, nosotros por Valores.

Cuentan, eso sí, con amigos en los medios de comunicación, con subvenciones y apoyos para seguir mintiendo, difamando y tergiversando la realidad. Pero la realidad y la verdad es una, y esa es que el Movimiento Social Republicano es un movimiento transversal, popular y de transformación; un Movimiento que de verdad lucha por un cambio social; que su socialismo es patriótico, sincero, real y que no esta en venta. Las mentiras tienen un corto camino, y todos sabemos que los voceros anti MSR son los que ejercen la violencia, la animan o la defienden, son los que desde la falsedad intentan taponar una alternativa contra la dictadura del capital, en defensa de los trabajadores y de las trabajadoras, actuando en definitiva, como elementos reaccionarios al servicio del Poder.

Juan Antonio Llopart
Presidente Nacional del Movimiento Social Republicano