jueves, 20 de noviembre de 2014

20N: Nada que celebrar



Hay aniversarios que son para recuerdo de un amor, un nacimiento, una muerte, una batalla, una victoria ...o una derrota. Actos que nos ayudan a recordar un motivo por el que creer, luchar, resistir o comprender.

Pero cuando ese "aniversario" carece de ese motivo e inspiración de ejemplo constructivo, pierde todo sentido positivo y como todo símbolo, muere. Se convierten sólo en fechas en el calendario sin ningún sentido.Como ocurre actualmente con el 20N, que se ha convertido en un día de la victoria del antifascismo en España.

El 20-11-75 fue la fecha en el que el marxismo cultural vence al viejo régimen, para instaurar sus valores, en el que poco a poco la izquierda ha ido ocupando todas las instituciones de las administraciones públicas y privadas. 

El 20N se ha convertido en el aniversario de la derrota del viejo régimen, poco importa si vence en unas elecciones por mayoría absoluta la derecha carca y reaccionaria. Prensa, jueces, fiscales y autoridades administrativas del estado están al servicio del nuevo régimen.





Poco nos importan ya las causas de este "cambio" de régimen. Consensuado entre izquierdas y derechas, con las oligarquías económicas que deseaban vender un país entero a los mercados, legalizando la usura y entregando el estado al sector privado (tal como en el 89 los estados comunistas). 

El 20N, al margen del respeto que nos produce la figura de Jose Antonio, como uno de los mejores patriotas del S. XX. Se ha convertido en un día de la infamia en el que la izquierda española se pasea orgullosa por las calles de Madrid celebrando su triunfo. Infamia en el que la derecha traidora y cómplice ha entregado la calle a la violencia y el odio de esta basura antisocial, que abertzaliza nuestros barrios imponiendo su terror en universidades e institutos a cambio de seguir robando a nuestro pueblo.

El 20N del 75 es una fecha en el que asesinaron de nuevo a Jose Antonio, un aniversario que se convirtió en vergüenza y derrota. Un día que sólo representa la victoria de este actual régimen con millones de parados, con un trabajador sometido al despido libre, con un empleo precario y sin garantías. Antes del 78, el 80% de los contratos eran fijos, en los que antes de los 23/25 años tenias un trabajo de por vida con la que mantener una familia con un sólo sueldo.

Familia que hoy en día es inviable tener, ni siquiera trabajando los dos es posible cuidar de un hijo y eso si no te desahucia el banco de tu hogar. Puede que ahora disfrutemos del ultimo i-phone, de coches más potentes y que ya no haga falta consumir porno en Francia, pero tenemos menos derechos sociales como pueblo, por muchas libertades individuales que hayamos ganado.

Y aunque el antifascismo subvencionado lo celebre orgulloso cada año, nos negamos a seguir participando de un 20N que se ha convertido en cita obligada de nostálgicos de un viejo régimen,"responsables directos" del actual. No olvidemos que todo esto no se gesto espontáneamente con la muerte de Franco, era parte de una hoja de ruta (tal como hace la derecha con la amnistía a presos de ETA). En el que la casta del antiguo régimen... Fraga, Suarez, Arias Navarro... no actuaron por voluntad propia, ni por un azar del destino, ni un antojo del rey, sino porque Franco y su gente elaboró un proyecto elaborado que no se consumó hasta un 23F del 81.

La transición no empezó en el 75, sino mucho antes, desde el momento que Franco eligió al borbón como su sucesor y jefe de estado. Por lo que no nos extraña que ahora los más entusiastas seguidores del 20N en España, sean antifas, dado que la actual casta del régimen, todo el poder y privilegios del que disponen es gracias al pacto y transición con el anterior. Por ello no nos sorprende que sea celebrada tanto por la extrema derecha e izquierda, aunque por distintos motivos pero que en el fondo suponen lo mismo, la falta de una ilusión por un cambio.

Es por ello, que como nacionalistas y terceristas, nos negamos a considerar tal aniversario como una fecha con la que identificarnos y enorgullecernos. Representando una fecha tan triste y negativa como la derrota de D. Rodrigo o Trafalgar.