viernes, 6 de diciembre de 2013

El MSR protesta ante la celebración de la Hanukkah


Ayer, 5 de Diciembre, un grupo de militantes del Movimiento Social Republicano con el apoyo de un miembro de otra organización, se presenciaron en la castiza y madrileña Plaza de la Villa para mostrar su repulsa ante la celebración pública del Hanukkah en dicha ciudad, con presencia de cónsules y de alrededor de 400 personas. Su mensaje fue pacífico, ya que la única intención de los activistas era poner de manifiesto que mientras unos cantan y bailan frívolamente, otros son asesinados en la Franja de Gaza y en todo el territorio palestino a manos de, aquellos que ese día estaban de celebración y recibiendo todos los honores por parte de la clase política española.
La respuesta de la seguridad privada a la llegada de los militantes fue contundente, incluso violenta, puesto que intentaron arrancarles y romperles las pancartas aun estando en vía pública y, por tanto, sin ser legítimo. El mensaje obviamente molestó, ya que las pancartas rezaban mensajes tan directos como “Mientras Israel asesina ¿tú callas?” y “Falsean la historia”. Fueron increpados violentamente por la seguridad privada de la “Comunidad judía de Madrid” y la asociación Sefarad- Israel (mostrando su manera de actuar tanto en la guerra como en la ciudad occidental) hasta que los cuerpos de seguridad encargados rodearon la protesta y les permitieron quedarse unos minutos.
Cuando empezaron los cánticos fuertes de “El Holocausto es en Palestina”, “Gallardón, hijo de Sion”, “Vuestras mentiras no nos callarán”, “Palestina libertad”, la organización del evento decidió, en un alarde de tolerancia, subir a todo volumen la música hebrea de Hanukkah para que sus gritos, una vez más, fueran silenciados. No obstante, los insultos continuaron y, tras unos 5 minutos de protesta, finalmente, los agentes decidieron disolverla y filiar a los asistentes.

Una vez más la opresión sionista despliega todo su poder y deja bien claro qué y quién contradice sus decisiones o paradigmas está condenado a su represión y, lo que es peor, al silencio.

Sec. de Comunicación MSr Madrid